Depresión, la enfermedad del siglo

La depresión es la enfermedad del siglo, es un trastorno mental, que se manifiesta en diferentes problemas físicos de la persona que lo padece, como lo es dolor de cabeza, insomnio, taquicardia, opresión en el pecho, desánimo….

Quien la padece mantiene muy triste, no le ve sentido a la vida, se siente vacío, no le interesa nada, no logra concentrarse, no le atrae ninguna actividad, presenta cambios en el apetito o en el peso, posee pensamientos de muerte o suicidio, cansancio, falta de energía….

La depresión afecta negativamente las relaciones familiares, de amistad y las comunitarias. También afecta su desempeño laboral y estudiantil.

Este trastorno lo sufren millones de personas a nivel mundial, y es la cuarta causa de suicidio entre los jóvenes.

Este estado no tiene cura, la medicina solo regula sus manifestaciones, es decir, son calmantes y relajantes momentáneos, pero tan pronto pasa su efecto vuelven los síntomas.

Solo Dios puede eliminar este trastorno, Dios arranca esa tristeza y la convierte en alegría; pero para ello la persona debe recibir y aceptar al señor Jesús como único y suficiente salvador, alejarse del pecado, vivir una vida recta y justa, y en general, practicar sus enseñanzas.

Cuando una persona decide entregarse a Dios, poco a poco Dios la va transformando, de adentro hacia afuera, es decir, primero transforma su interior, (elimina la tristeza, el desánimo, el orgullo, la prepotencia, etc.,) y luego su exterior (vida sentimental, economía, salud, familia)

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