Tener un pacto con Dios es el segundo requisito para tener una vida abundante.
Hacer un pacto con Dios significa escuchar, aceptar y poner en práctica todos y cada uno de los mandamientos y enseñanzas que Dios nos ha dejado en la Santa Biblia.
La Santa Biblia es un manual de vida, en la cual Dios nos enseña a como actuar en cada etapa y situaciones de nuestra vida.
Tener un pacto con Dios nos asegura una vida plena y bendecida.
En Deuteronomio 7:12 – 14 dice: Y sucederá que porque escuchas estos decretos y los guardas y los cumples, el Señor tu Dios guardará su pacto contigo y su misericordia que juró a tus padres. Y te amará, te bendecirá y te multiplicará; también bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu cereal, tu mosto, tu aceite, el aumento de tu ganado y las crías de tu rebaño en la tierra que Él juró a tus padres que te daría. Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá varón ni hembra estéril en ti, ni en tu ganado.
Poner a Dios en primer lugar es el principal requisito para hacer un pacto.
Quien tiene un pacto con Dios no retrocede, siempre avanza sin temor, porque sabe que desde que sea acorde con su palabra, Dios lo respalda y siempre te dará la victoria en todo lo que emprendas.
Dios todo lo ve y todo lo sabe, por eso hay casos en los que Dios no nos da la victoria, porque sabe que por alguna razón no nos conviene o que tiene preparado para nosotros algo mucho mejor.
En Deuteronomio 11:13-15 dice: Si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a Jehová vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma, yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite. Daré también hierba en tu campo para tus ganados; y comerás, y te saciarás.
En 1 Reyes 2:3 dice Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas; 1 Reyes 2:3
En los anteriores versículos Dios ratifica que es indispensable guardar sus estatutos y mandamientos para que prosperes.
Haz una prueba con Dios, guarda y practica su palabra y veras que tu vida comienza a cambiar.
No tienes nada que perder, y si mucho que ganar.
Dale a Dios la oportunidad para cambiar tu vida, no te arrepentirás.
Pero ten presente que este es un proceso lento pero seguro, el cambio no se va a dar de la noche a la mañana, pero poco a poco te vas dando cuenta de la diferencia entre el antes del pacto y el después de asumir el pacto con Dios.