
Si perdonamos a quienes nos ofenden, Dios perdona nuestros pecados.
Dios no quiere que sigas sufriendo, al contrario, quiere verte feliz, por esta razón olvida lo que te hicieron, no vale la pena seguir sufriendo por el pasado. Dios quiere darte un mejor futuro. Toma la decisión de perdonar y Dios te ayudará a hacerlo. El perdón no nace en el corazón, sino en la razón, en tu mente.