El segundo paso para tener una vida transformada y bendecida es poner a Dios siempre en primer lugar y serle fiel.
En Mateo 6:33dice: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.
Efectivamente, quienes buscamos primeramente el reino de Dios y somos bautizados con el Espíritu Santo, somos bendecidos y nada nos falta, pues con el Espíritu Santo lo tenemos todo.
Es de resaltar que, durante este proceso, pasamos a ser sus elegidos y Dios se encarga de solucionar todos nuestros problemas.
Con el Espíritu Santo recibimos poder para reprender el mal y mientras Él esté en nosotros, el mal no puede tocarnos.
Poner a Dios en primer lugar implica alejarnos de las cosas materiales, pero ese alejarnos no significa renunciar a todo lo material, sino que nuestro corazón es el que se aleja de las cosas materiales.
Dios no quiere que seamos pobres o que vivamos una vida llena de limitaciones y carencias.
Lo que Dios quiere es que no nos aferremos a las cosas materiales, ni mucho menos que coloquemos el dinero y las riquezas por encima de Dios.
Quien pone el dinero y las riquezas por encima de Dios, está convirtiendo el dinero y las riquezas en su Dios y no es posible tener dos dioses.
En Mateo 6: 24 dice “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”.
Quien elige a Dios, está eligiendo todo, porque Dios es el Todo, es el dueño del cielo y de la tierra.
Y como Dios es el dueño de todo, Él puede darle lo que quiera a quien quiera.
Si un padre le da lo mejor a sus hijos, cuanto más Dios dará a sus hijos.
Con Dios no hay simple abundancia, Con Dios hay sobre abundancia.
Pero esa sobre abundancia no es para llenarnos de orgullo y humillar a los demás, al contrario, es cuando más debemos de ser humildes y respetar a los demás.
La sobre abundancia la debemos utilizar como testimonio real de que Dios, es un Dios vivo, que está en nuestras vidas, y que esa misma sobre abundancia puede estar en la vida de los que acepten buscar a Dios y su justicia.