Después de que el señor Jesús ascendió al cielo, nuestro Padre Celestial nos envió al Espíritu Santo, para continuar la obra que comenzó el señor Jesús.
“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”. Juan 16:13
El espíritu Santo es nuestro consolador y nuestro soporte, pues él nos guía, nos direcciona, nos enseña, nos capacita, nos da sabiduría para toma buenas decisiones.
“pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. Hechos 1:8
Él nos da fortaleza, nos ayuda a mantenernos firmes en la palabra de Dios; con su ayuda podemos seguir todas las enseñanzas de nuestro Padre Celestial .
“Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra!. Ezequiel 36:27
Pero no todos tenemos el Espíritu Santo; Él está solo en quienes lo desean y buscan de todo corazón.
“Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” Lucas 11:13
Para tener su presencia es necesario alejarse del pecado, leer y reflexionar en la palabra de Dios, y sobre todo poner en practica todas y cada una de sus enseñanzas.
“Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen”. Hechos 5:32
Nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, por lo cual debemos de cuidarlo y respetarlo; no embriagarse, ni consumir sustancias alucinógenas, no prostituirse, etc.
“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”. 1 Corintios 6:19-20
“¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” 1 Corintios 3:16
El Espíritu Santo transforma a quien lo recibe.,
Sus frutos que son: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, se evidencian en quien lo tiene.;
“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”. Gálatas 5:22-23
El Espíritu Santo nos permite tener paz interior, tranquilidad y seguridad.
El Espíritu santo siempre no está protegiendo, y va a solucionar cualquier problema que se nos presente.