¡¡¡¡Simplemente no es posible la paz del mundo!!!!
Quien diga que es posible la paz del mundo está mintiendo, pues no existe nada ni nadie por encima de la palabra de Dios.
La palabra de Dios se tiene que cumplir, por lo que es necesarios que haya guerras y rumores de guerra, y que se levante reino contra reino.
Lo anterior lo podemos confirmar en Mateo 24:6-7 donde dice: Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.
Pero no se preocupen, Dios está con nosotros, sus seguidores y fieles a su palabra.
Dios nos da su paz, pero no es una paz como la conoce el mundo, si no, es la paz interior.
Esto lo podemos verificar en Juan 14:27 donde dice: La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
La paz interior es tranquilidad, confianza en Dios, es vivir bajo su total protección, seguros de que no nos va a pasar nada malo, pues Dios nos librará de todo mal.
Así lo dice en el Salmo 91:7: Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará.
Cuando Dios nos reviste de su paz, no existe nada que nos pueda perturbar.
Con la paz interior tenemos la total certeza que todo problema que se levante en nuestra contra, Dios lo solucionará a nuestro favor.
Con Dios toda maldición se convierte en bendición.
Cuando tenemos la protección de Dios no existe nada ni nadie que nos pueda lastimar.