La salvación

“Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”. Juan 3:17

Dios amó tanto al mundo que envió a su único hijo para que muriera en la cruz y así todos fuéramos salvos.

El señor Jesús hizo un verdadero sacrificio al dar su vida por nosotros;

en la cruz se llevó nuestros pecados y enfermedades, dándonos condiciones para salvar nuestra alma.

Ahora, solo depende de nosotros si aprovechamos esa oportunidad que nos fue dada para salvar nuestra alma o definitivamente permitimos que nuestra alma se vaya al infierno.

“Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. ”. Juan 10:9

El señor Jesús es la puerta que lleva a la salvación; solo se llega al Padre a través del Hijo.

Quien recibe al señor Jesús en su mente y en su corazón y lo acepta como único y suficiente salvador, será salvo.

Quien no acepte al señor, será condenada su alma al infierno .

“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano”. Juan 10:27-28

El señor Jesús es nuestro Pastor, Él nos cuida y nos protege de todo mal, solo debemos seguir su voz y Él nos dará vida eterna.

 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”. Mateo 7:13-14

No es fácil seguir el camino que lleva a la salvación; se dice que la entrada es por una puerta estrecha, porque este es un camino lleno de sacrificio y total obediencia a la palabra de Dios, que no todos están dispuestos a seguir.

En cambio, la puerta de la perdición es ancha y un camino espacioso, porque es mas fácil entregarse a los placeres de este mundo, sin ningún tipo de restricción ni sacrificio; solo se hace la voluntad de cada uno, sin importarles su alma.

 ¿” No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios”. 1 Corintios 6:9-10

El reino de Dios está abierto para todos, todos somos llamados para entrar en su reino, pero para ello se deben cumplir ciertas condiciones como lo es alejarnos del pecado, aceptar al señor Jesús como único y suficiente salvador, vivir una vida recta y justa bajo las enseñanzas de Dios.

Es necesario elegir entre vivir una vida llena de excesos terrenales o vivir en comunión con Dios alejados del pecado.

No es posible vivir en el pecado y a la vez vivir en comunión con Dios, o se sirve a satanás en el pecado o se sirve a Dios alejados del pecado, pero no es posible servirle a los dos al tiempo.

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